Foto por: Héctor Paula.
Esta niña vendía mangos en una ensenada de una sección de Sierra Prieta, entrando por el cruce, bastante retirado, atravesando montañas, ríos y caminos muy malos. Su rostro refleja una gran inocencia y a la vez ayuda a su empobrecida familia a un pequeño aporte para el precario sustento. Son realidades que hay que vivirlas para uno sentir el peso de la necesidad. Dios les bendiga.
Héctor Paula
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